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EL COMERCIO COMO FACTOR DE DISOLUCIÓN DEL ORDEN FEUDAL. La Baja Edad Media.

Posted by on 5 noviembre, 2009

La Edad Media fue una etapa de la historia de la humanidad que se extendió desde la Caída del Imperio Romano de Occidente (476) hasta la llegada de los europeos a América (1492). Dividida en etapas para facilitar su estudio y comprensión, la última de ellas, llamada Baja Edad Media, fue un período de transición en el que convivían aspectos propios del período con otros que preanunciaban la nueva época que se avecinaba: la Edad Moderna. Los siguientes, son algunos de los procesos que en ella se llevaron a cabo y que desencadenaron su final.Papel dinámico del comercio

El mediterráneo constituyó desde la antigüedad hasta la expansión musulmana del siglo VII la vía natural por la cual se habían comunicado todas las civilizaciones del Mundo Antiguo.La expansión musulmana determinó el control del Mediterráneo por los pueblos árabes que cortaron la vía tradicional de comunicación de los pueblos de Europa Occidental con el mundo exterior.

Este aislamiento sienta las bases del orden social de la Edad Media primitiva y de las economías cerradas que producían para el autoconsumo. Las principales características de estas economías eran la falta de mercados exteriores y la casi total ausencia de intercambio con otras regiones. Las agricultura consistía la base fundamental de la actividad económica. La propiedad de la tierra, en manos de grupos reducidos, proporcionaba el fundamento del orden político y social.

Desde un punto de vista dinámico, el rasgo distintivo de la economía feudal era la ausencia de progreso técnico y el estancamiento productivo. La acumulación de capital era prácticamente inexistente. El bajo nivel de productividad sólo permitía a los trabajadores rurales subsistir y pagar los tributos al señor. Éste destinaba el excedente agrícola a satisfacer el consumo de su corte. Así no se destinaba proporción alguna de la mano de obra disponible a ampliar el capital existente en la economía mediante la realización de mejoras en las explotaciones rurales y la producción de herramientas e instrumentos de producción para la agricultura y las artesanías. La utilización de la Iglesia de los excedentes que poseía no modificaba el comportamiento básico del sistema.

En las condiciones dadas existía una sola forma de promover de manera permanente el aumento de la productividad del sistema: mantener comercio con otras regiones, constituía así el sector dinámico por excelencia de la economía feudal y posibilitó la acumulación de excedentes económicos en otras manos que las de los señores feudales.

La acumulación de riqueza en mano de los nacientes núcleos comerciales, el aumento de la productividad del sistema a que dieron lugar sus actividades y las consecuentes transformaciones en la estructura social y económica, sentaron las bases de la disolución del orden feudal y del nacimiento del capitalismo comercial, una de cuyas consecuencias relevantes fue la ocupación de tierras americanas.

Las rutas mercantiles

El renacimiento del comercio durante la edad Media se realizó en torno al tráfico marítimo. Los dos centros dinámicos de la expansión comercial fueron, en el norte, el Mar Báltico y el Mar del Norte y, en el sur, el Mediterráneo Oriental. El tráfico así realizado restableció paulatinamente el intercambio entre Oriente y Occidente interrumpido por la expansión musulmana. El Mar del Norte y el Báltico fueron la vía de intercambio de las especies, drogas, porcelanas, tejidos finos, provenientes de los pueblos orientales y de las pieles, esclavos, maderas, metales, paños, miel, producidos por los eslavos y los pueblos del noreste de Europa.

En el sur, Bizancio mantuvo en el Mediterráneo Oriental las posiciones comerciales de los cristianos frente al avance musulmán. En el litoral del Adriático, Venecia era la principal ciudad del Mediterráneo Oriental, fuera de Constantinopla.

A partir del siglo IX el comercio de las ciudades de la península itálica dejó de estar limitado a Constantinopla y los puertos cristianos del Asia Menor. Venecia fue adquiriendo así el lugar de primera ciudad comercial de la Edad Media, que habría de conservar hasta el siglo XV, cuando las nuevas rutas a Oriente y el descubrimiento de América desplazaron el centro de gravedad del comercio.El comercio entre los pueblos cristianos de Occidente y los pueblos de Oriente se intensificó al quedar liberado el mediterráneo del control musulmán, a partir de sus derrotas sufridas a partir del siglo XI. La reconquista de Córcega, Cerdeña y Sicilia aseguró la recuperación de la supremacía cristiana. Se agregaron así otros centros de importancia comercial creciente, como Marsella y Barcelona.

Limitación de las transformaciones estructurales

El impacto producido en la estructura social y económica de Europa Occidental por la expansión comercial producida entre los siglos XI y XV, estuvo condicionado por las limitaciones objetivas impuestas al intercambio de la época.

Los primitivos métodos del transporte terrestre y los azares de la navegación marítima hacían sumamente costoso el transporte, y los elevados márgenes de ganancia de los comerciantes –justificados por el elemento riesgo que implicaba la actividad- multiplicaban en los centros de consumo el precio original cobrado por los productores. Los tributos y trabas impuestos al intercambio por la atomización del poder feudal, constituían nuevos elementos que obstaculizaban el desarrollo comercial.

Estas condiciones imponían que las mercaderías objeto de tráfico fueran especialmente aquellas de poco peso y mucho valor, únicas que podían soportar los elevados gastos de comercialización. El tráfico de objetos suntuarios provenientes de Oriente constituyó el núcleo más importante del comercio del medioevo.

Dado el bajo nivel de vida de las poblaciones agrícolas, que representaban más del 90% de la población total, los únicos sectores en condiciones de adquirir los costosos productos de importación eran los miembros de la clase terrateniente feudal, en parte la eclesiástica y la nueva clase de comerciantes.

Hemos apuntado que las actividades comerciales fueron por excelencia el sector dinámico de la economía feudal, en cuanto constituían el principal sector que permitía el incremento de la productividad del sistema económico. Otro factor que complementó el impacto del comercio en este aspecto fue la presión demográfica. El crecimiento poblacional no podía ser totalmente absorbido por la oferta limitada de tierras, a los mismos niveles tecnológicos y dentro de los mismos marcos institucionales del feudalismo. Esto provocó migraciones internas de los pueblos de Europa Occidental principalmente hacia el este y la expansión de la ocupación territorial. Según la tesis de Pirenne, el nacimiento de los primeros núcleos comerciales en la Edad Media Primitiva tiene su origen en la presión demográfica apuntada.

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