El pasado sábado 7 de noviembre, invitado al programa TVR, Alejandro Dolina acercó la siguiente metáfora con referencia al papel que juegan los medios en la construcción de la realidad cotidiana. Imperdible.
“… uno crece en la inteligencia que los espejos devuelven fielmente la imagen del que se pone adelante, y es una convicción muy fuerte… hasta que una mano malvada empieza a fabricar espejos que deforman, que no devuelven la verdad sino la mentira, entonces a la mañana uno se va a afeitar y ve una persona rubia -uno que es morocho- una persona distinta a lo que es uno y uno tiene tanta confianza en los espejos que incluso prevalece esa confianza por encima de la realidad. Y uno que se sabe morocho y que ha vivido una morocha vida durante tantos años y que ha andado entre morochos, se ve rubio en el espejo, y empieza a asumir rubias conductas.
¿Por qué? Porque desde chicos le han dicho que los espejos no mienten.
Yo creo que a lo mejor ha llegado el tiempo de desconfiar del espejo. Y pensar que a lo mejor los fabricantes de espejos tienen intereses inconfesables que nosotros desconocemos… intereses entre los cuales figura el de lograr que nos creamos rubios siendo que somos morochos. Así que a lo mejor, mas que mirar al espejo hay que preguntarle al de al lado, al que también es morocho y vive como nosotros, a ver como nos ve, a ver que le pasa, a ver que es lo que siente… a lo mejor hay que mirar más a la realidad y menos al espejo de la realidad porque a veces ese espejo esta tendenciosamente modificado y es fraudulento.”
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