Provocador, polémico, irritante, contestatario, militante vociferante, genial. Muhammad Alí se enfrentó -en la llamada pelea del siglo- con George Foreman en Zaire, en 1974, en un intento de recuperar la corona mundial que había perdido cuando el gobierno norteamericano le quitó su licencia para pelear en 1967, al resistirse a ser reclutado para combatir en la guerra de Vietnam. Alí habia argumentado objeción de conciencia, postura relacionada con su conversión al islamismo en 1964, cuando dejó atrás su nombre, Cassius Clay, por el que a partir de ese momento lo acompañaría.
Aquí, algunas de las frases que dejó entonces, y que lo pintan de cuerpo entero:
“África es mi hogar. Al carajo con Norteamérica y lo que piensan allá. Vivo en Norteamérica pero África es el hogar del hombre negro. Yo fui esclavo 400 años atrás y ahora vuelvo a casa para pelear con mis hermanos.”
“No somos todos hermanos. ¡Blancos y negros no somos hermanos! Un hermano no lincha a su hermano, le corta sus partes privadas y se las mete en la boca, ni lo ata a caballos y los desmiembra, ni le prende fuego, ni mata a sus mujeres embarazadas antes de que nazcan los bebes. Ni lo esclaviza por 400 años y le roba el nombre y su lengua. Y lo sigue haciendo hoy día: todavía la policía se detiene en la autopista y busca gente negra por sus autos nuevos y su estilo moderno y la hace detenerse a un costado. Los veo en las ciudades modernas, en todos lados, tratando de provocarlos, de hacerlos decir algo para poder dispararles. Y si no decís nada, se ponen locos, porque no pueden agarrarte por nada. La única razón por la que la cámara está enfocada hacia mi, la única razón por al que estoy en la situación en la que estoy, es porque soy el mejor luchador del mundo, si no sería otro negro más.”
“Ustedes realmente no quieren que sus esclavos sean libres. Acéptenlo. Odian reconocerlo, pero su gente no quiere que los esclavos sean libres. Ese es todo el asunto. No quieren dejar que el negro se vaya. Norteamérica ha sufrido tantos problemas, que si nosotros no hubiéramos estado ahí, hubiera sido penoso. Los blancos inteligentes lo saben. Tu hermano blanco sabe que si no hubiéramos estado en América, esta hubiera estado en problemas desde hace mucho tiempo.”
«Nueva york es mucho más una jungla que acá. La policia llega con sus pistolas calibre 45 y sus perros, a cada minuto hay un homicidio, robos, violaciones, o alguien que les dispara a doce personas desde un techo. Siempre pasa algo. Esto es tan tranquilo. La verdad es que los salvajes están en Norteamérica.»
Recomendación: «When we were kings«, ganadora del Oscar a mejor documental (1996)