por Marcelo Musa
Nací en Buenos Aires en 1754. Estudié en Málaga y Sevilla, España. Cuando regresé al Virreinato me incorporé al ejército como subteniente de artillería y luché contra los portugueses en la Banda Oriental.
En 1802 alcancé el grado de coronel y fui designado comandante del Batallón de Voluntarios de Infantería de Buenos Aires. En 1806 y 1807 defendí la ciudad de las Invasiones Inglesas.
En 1810 participé activamente de la Revolución de Mayo por lo que fui elegido vocal de la Primera Junta. La Junta me encargó la organización del Ejército y del reclutamiento de los hombres sin ocupación de Buenos Aires, los llamados «vagos y mal entretenidos».
Luego del alzamiento saavedrista de abril de 1811 fui desterrado a San Juan, por simpatizar con las posturas de los morenistas. Pero al año siguiente pude regresar a Buenos Aires.
En 1819 participé en el Congreso General que sancionó una constitución que lamentablemente fue rechazada por la mayoría de las provincias. Decían que era demasiado centralista.
En 1828 representé a la Argentina en las negociaciones que siguieron a la Guerra contra el Brasil. Al año siguiente fui expulsado de la capital por orden del general Juan Lavalle, que había fusilado al gobernador de Buenos Aires Manuel Dorrego.
Luego de la derrota de Lavalle y de la llegada al poder de Rosas, pude volver a Buenos Aires, donde fallecí a los 77 años, en 1833.