El Congreso se reunió en Tucumán en la casa cedida para tal fin por Doña Francisca Bazán de Laguna. Se trataba de una antigua y tranquila casa colonial de una sola planta, que ocupaba un terreno de treinta metros de frente por sesenta y uno de fondo. En el centro del muro externo se abría un macizo portón de madera de dos batientes con sencillos herrajes primitivo, flanqueado por dos gruesas columnas en espiral que descansaban sobre pedestales de ladrillo cocido. A cada lado de la puerta tenía dos típicas ventanas de reja, y, en ambos extremos de la pared del frente, dos puertas pequeñas.
Cruzando el zaguán se entraba en un extenso patio rodeado de habitaciones. Dos de ellas, paralelas al frente principal de la casa. fueron unidas sacando el tabique divisorio, para convertirlas en un amplio salón de quince metros de largo por cinco de ancho donde habría de reunirse el Congreso. Detrás estaba el segundo patio con pequeñas dependencias sobre uno de los lados, y un huerto en el fondo.
El techo a dos aguas tenía cinco metros de altura y era de tejas asentadas sobre tablas, cubriendo el salón y los corredores de cada lado.
Los arreglos llevaron algunos días, debiendo iniciar el Congreso sus sesiones preparatorias en la casa que facilitó para ese fin Don Bernabé Aráoz, el cual cedió también los muebles utilizados por los congresistas, como el escritorio y el sillón presidencial. Los sillones y los escaños para los diputados y la barra fueron traídos de los conventos de San Francisco y Santo Domingo….
Carlos Vigil
Los monumentos y lugares históricos de la Argentina
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