Consecuencia de la crisis mundial de 1929, el tradicional modelo agroexportador argentino debió ser modificado. Las políticas proteccionistas de los países centrales, provocaron la caída en las ventas de materias primas en los países periféricos. En el caso argentino, el principal comprador de cereales y carnes era Gran Bretaña, país que en la Conferencia Internacional de Ottawa (Canadá) de 1932 decidió comprarle dichos productos a aquellos países que integraban la Comunidad Británica de Naciones (Conmonwealth), en desmedro de sus tradicionales vendedores.
Preocupados, los terratenientes –principales beneficiados del modelo exportador- a través de la Sociedad Rural Argentina (SRA), presionaron al gobierno nacional reclamando políticas que defendieran sus negocios. A tal efecto, se decidió enviar una representación a Londres con el objetivo de superar el conflicto.
El Pacto Roca-Runciman, fue firmado en Londres el 10 de mayo de 1933 por Walter Runciman, en representación del gobierno británico como Presidente de su board of trade, y por Julio A. Roca (hijo), Vicepresidente de la Argentina.
.- Nuestro país se aseguraba una cuota exportadora no inferior a las 390.000 toneladas de carne enfriada, pero Gran Bretaña se reservaba el derecho de restringir dichas compras… cuando lo creyera conveniente.
.- El 85% de nuestra exportación cárnica debía pasar por frigoríficos extranjeros. El 15% restante sería exportado por empresas argentinas, pero con la obligación de ser colocado en el mercado mediante buques y comerciantes ingleses.
.- Argentina accedía a mantener sus ganancias en libras esterlinas en Gran Bretaña como garantía de sus deudas.
.- La Argentina prometía también reducir sus derechos de aduana sobre las mercancías inglesas al nivel de 1930, salvo para el caso del carbón que se admitiría libre de los mismos.
.- Nuestro país se comprometía a no reducir las tarifas de los ferrocarriles ingleses, brindando además a las empresas británicas de servicios públicos un tratamiento benévolo.
.- Se firmaron además una serie de acuerdos comerciales y financieros que profundizaron nuestra tradicional dependencia de Gran Bretaña.
.- se concedió a Inglaterra el monopolio de los transportes en la Capital Federal, a través de la Corporación de Transportes de la Ciudad de Buenos Aires, contrariando el interés de miles de propietarios de colectivos, tan convenientes para la urbe en expansión. Dicha corporación fue creada con la aprobación del Congreso Nacional en 1935. El cuerpo legislativo estableció que se colocaba bajo control de los intereses tranviarios británicos el monopolio por 56 años del transporte urbano de Buenos Aires.
El vicepresidente Roca resumió en una frase el espíritu de la delegación argentina: “por su importancia económica, la Argentina se parece a un gran Dominio Británico”.
El Pacto fue muy criticado en Argentina, y Lisandro de la Torre –jefe del Partido Demócrata Progresista- lo denunció en el recinto del Senado, señalando que nuestro país resultaba humillado por Gran Bretaña.
“La industria más genuina del suelo argentino, la ganadería, se encuentra en ruinas por obra de dos factores principales: la acción extorsiva de un monopolio extranjero y la complicidad de un gobierno que unas veces la deja hacer y otras la protege directamente.” Así comenzó el senador Lisandro de la Torre su acusación contra el gobierno y los grupos económicos en la tarde del 18 de junio de 1935.
A causa del convenio renunció el ministro de Hacienda, Alberto Hueyo, siendo reemplazado por Federico Pinedo, ex socialista. Se formó una comisión investigadora del Senado en 1935 para aclarar ciertas irregularidades en la industria frigorífica. Dicha comisión, comprobó que los frigoríficos extranjeros evadían impuestos y compensaban sus pérdidas en Australia y Nueva Zelandia con las ganancias obtenidas en la Argentina. La comisión responsabilizó al gobierno de Justo como cómplice necesario de dichas irregularidades. De la Torre, no sólo descubrió que la industria de la carne era un monopolio en manos extranjeras sino que contaba con la complicidad de Pinedo y de Duhau –ministro de agricultura- quien no podía justificar sus inexplicables ganancias como estanciero. Las acusaciones y la investigación, fueron interrumpidas por un asesinato en el propio recinto del Senado, cuando un ex comisario y matón al servicio de los conservadores, asesinó al senador electo de Santa Fe, Enzo Bordabehere, amigo personal de De la Torre.
Imagen: https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Roca_Runciman.jpg