Clase del Prof. Marcelo N. Musa
El período clásico de la historia de la antigua Grecia comenzó luego de la victoria obtenida contra los persas, en las Guerras Médicas. Este conflicto estalló a partir del apoyo brindado por Atenas a las ciudades griegas de Asia Menor, que en el 500 a. C. se rebelaron contra la dominación persa. Una vez sofocada la rebelión, el rey persa Darío I (521-486 a. C.) invadió Grecia. A pesar de que los persas duplicaban en número a los atenienses, estos lograron derrotar a los invasores en la batalla de Maratón (490 a. C.). Diez años después, el hijo de Darío, Jerjes I invadió Grecia con un ejército varias veces superior al de su padre. Trescientos guerreros espartanos, al mando de su rey Leónidas, trataron de detenerlos en el desfiladero de las Termópilas (conocidas como Puertas Ardientes), pero fueron vencidos. Luego de esta victoria, los persas tomaron Atenas, que fue incendiada y quedó semidestruida. Poco después, la flota ateniense, liderada por Temístocles, derrotó a la armada persa en la batalla de Salamina. Este triunfo alentó a los griegos que, liderados por atenienses y espartanos, lograron vencer a los invasores en la batalla de Platea (479 a.C.).
De la hegemonía ateniense a la Guerra del Peloponeso
En el año 477 a.C. Atenas alentó la formación de la Liga de Delos, que integraba a más de ciento cincuenta polis, las cuales aportaban cierta suma de dinero por año para mantener una flota común. Con esa gran fuerza, Atenas patrulló las aguas del mar Egeo y lideró la liberación de las ciudades griegas del Asia Menor de la dominación persa. Luego de esa victoria, Atenas utilizó la Liga de Delos para afirmar su predominio sobre gran parte de Grecia. Esto ocurrió, sobre todo, durante el liderazgo de un político ateniense llamado Pericles, que a partir del año 454 a.C. usó los fondos aportados por los aliados para proteger y embellecer la acrópolis de Atenas y para favorecer la instauración de gobiernos democráticos en otras polis. Esta etapa de predominio de Atenas (algunos historiadores hablan de “imperialismo”) coincidió con la vigencia de la forma de gobierno democrática, con el florecimiento de todas las expresiones culturales y con el uso masivo del trabajo esclavo. Los intentos de Pericles de poner bajo la influencia de Atenas a Estados aliados de Esparta provocó el estallido de la Guerra del Peloponeso (431-404 a.C.). Durante ese conflicto bélico Atenas, sitiada por los espartanos, fue azotada por una epidemia de peste tifoidea, que terminó con la vida de Pericles y la de un cuarto de su población. Sin la dirección de su líder, Atenas finalmente se rindió. Tras la victoria, Esparta obligó a su enemiga a reducir la flota, a destruir sus murallas y a expulsar del territorio a los partidarios de la democracia.