La caída del Imperio Romano de Occidente, en el año 476, marca el fin de la Edad Antigua, dando paso a la Edad Media (476/1492). Durante esta etapa de profundas transformaciones Europa se cristianizó, las ciudades adquirieron nueva vida y surgieron Estados que en la Edad Moderna (1492/1789) darían lugar a varias de las naciones actuales. Para facilitar su estudio, los historiadores dividen la Edad Media en dos, o en tres períodos, elegiremos esta última división:
TEMPRANA EDAD MEDIA (476/483) durante la cual se conforman tres grandes centros de poder: los reinos romanogermánicos, el Imperio Bizantino y el Islam. Se extiende desde la caída del Imperio Romano de Occidente hasta las invasiones bárbaras del siglo IX y la división del Imperio de Carlomagno.
ALTA EDAD MEDIA (843/1100) durante la cual cobró forma un sistema basado en relaciones de fidelidad personal: el feudalismo.
BAJA EDAD MEDIA (1100/1492) caracterizada por el resurgimiento urbano y comercial y la aparición de una nueva clase social: la burguesía. Comienza con las Cruzadas y las roturaciones del siglo XI y concluye con la llegada de los europeos a América.