Utilizaremos el modelo de acumulación como una herramienta conceptual que permite pensar una totalidad concreta y determinada. El modelo de acumulación es un concepto de un menor nivel de abstracción que el de modo de producción, pero mayor que el de “modelo económico”. Habitualmente, este último refiere a un conjunto de medidas de política económica tendientes a encauzar la reproducción del capital en un sentido determinado.
Como desarrollamos a continuación, es necesario que este tipo de herramientas conceptuales permitan dar cuenta tanto de la fase de desarrollo capitalista en la que se inserta un determinado “modelo”, así como de los intereses (de clase) que atraviesan el entramado social. Es por este motivo que preferimos hablar de modelo de acumulación.
En definitiva, un modelo de acumulación debe ser comprendido en sus aspectos económicos, sociales y políticos, es decir, por la estructura económica y social y las luchas políticas y sociales que fueron conformando esa estructura. En este sentido, un modelo de acumulación quedaría delimitado a partir de la conformación del grupo dominante, que define, no sin conflictos y disputas, la forma de propiedad predominante, el eje productivo central, el tipo de inserción del país en la división internacional del trabajo, la forma principal de generación y apropiación del excedente, la función económica que cumple el salario y la naturaleza de las políticas públicas y, más ampliamente, del propio Estado.
En la Argentina moderna podemos identificar tres etapas, que se corresponden con tres espacios de tiempo, durante los cuales la política económica, los actores sociales y las formas de producción de acumulación y de consumo encuentran un patrón similar.
- EL MODELO AGROEXPORTADOR (1860/1930). Este modelo tenía dos elementos centrales que explicaban su dinámica: a) La exportación de materias primas y b) El ingreso de capitales. Las divisas que generaban estas dos dinámicas, eran utilizadas para la importación de bienes de consumo, así como de insumos y bienes de capital.
- LA INDUSTRIALIZACIÓN SUSTITUTIVA DE IMPORTACIONES (ISI) (1930/1975). Compuesto por dos etapas. En la primera, la crisis mundial de 1930 impactó fuertemente en la economía argentina. Los precios de las materias primas exportadas descendieron abruptamente. Se cerraron los mercados para las exportaciones. Se empezaron a producir localmente la mayoría de los bienes de consumo que no se podían importar. La segunda etapa (a partir de 1950) se caracterizó por un aparato productivo medianamente maduro, con una industria protagonista de la economía nacional, con desarrollo de industria pesada que le permitió al país exportar exitosamente manufacturas y tecnología.
- EL MODELO APERTURISTA CON HEGEMONÍA FINANCIERA (a partir de 1975). Consistió en el primer intento de plantear un modelo favorable a la acumulación financiera. Provocó la quiebra de muchas empresas, gracias a la apertura económica. Se mantuvo una política de «dolar barato». El final de la dictadura militar mostró a un país endeudado, con alta inflación y desempleo. Estas políticas se vieron profundizadas en la década del 90.
Bibliografía consultada: Martín Schorr y Andrés Wainer ( Investigadores del CONICET y docentes en la UBA), Preludio: Modelo de acumulación. Una aproximación conceptual.