La caida de los imperios coloniales fue, junto con la Revolución Rusa, el proceso más significativo del siglo XX y transformó el escenario internacional. La ONU que en 1945 estaba integrada por 51 países; en 1975 reunía a 144.
Al concluir la Segunda Guerra Mundial, las potencias europeas aún retenían sus inmensos imperios coloniales sin que se previera que esta situación fuese a cambiar; sin embargo, en pocos años, la mayor parte de las colonias logró su liberación. Desde el retorno a la paz en 1945 hasta el encuentro en Bandung en 1955 (reunión de los países independizados), el proceso de liberación tuvo su epicentro en Asia y en el ámbito árabe.
Desde fines de los años cincuenta hasta la década de 1970, el proceso descolonizador se concentró en África subsahariana. En África del sur, el derrumbe del imperio portugués se produjo en 1975 con las guerras de liberación de las colonias de Mozambique y Angola que se combinaron con las luchas contra el régimen de appartheid en Sudáfrica.
La crisis de los imperios europeos fue resultado de una serie de factores. En parte, porque la posición de las metrópolis se debilitó a lo largo del conflicto mundial. También porque las dos superpotencias no estaban comprometidas con la preservación del colonialismo.
Cada trayectoria en pos de la independencia nacional tuvo su fisonomía singular. Las diferencias se basaron en la situación política, económica y militar de las potencias imperialistas, la composición étnica y religiosa de las colonias, y la ideología de los movimientos independentistas.
Podemos identificar 3 (tres) modelos
- La violencia estuvo presente en la mayoría de los casos (no sólo entre colonizados y colonizadores, sino también entre diferentes grupos nacionalistas).
- Algunas colonias alcanzaron su independencia de manera consensuada con la metrópoli mediante procesos relativamente pacíficos.
- Y por último, hubo casos en que algunas colonias alcanzaron su independencia porque la metrópoli ya no veía ninguna razón de peso para conservarlas.
Por último, los movimientos de liberación surgieron en sociedades que estaban lejos de ser homogéneas. En muchos casos, frente a los reclamos de independencia, ciertos sectores de las elites, renegociaron el vínculo con la metrópoli para preservar sus privilegios, por ejemplo las monarquías árabes del norte de África y Oriente Medio. Los más interesados en la constitución de estados independientes eran quienes contaban con una educación que los habilitaba para reemplazar a los funcionarios metropolitanos en el gobierno, los miembros de una burguesía incipiente deseosos de romper con la subordinación económica, y los trabajadores nativos discriminados por los empresarios europeos. Pero no siempre constituyeron un frente unido. Existieron propuestas y demandas encontradas en torno a cuestiones tales como la organización institucional del nuevo Estado, la forma de encarar la fuerte heterogeneidad cultural de las poblaciones, y el rumbo económico que adoptaría el nuevo país. Los desafíos eran inmensos y gran parte de las ex colonias quedaron atrapadas en el círculo vicioso de unas economías muy dependientes de los avatares del mercado mundial, unos Estados frágiles y al mismo tiempo autoritarios, y la trágica politización de las diferencias culturales y religiosas.
Adaptado y resumido de: http://www.carpetashistoria.fahce.unlp.edu.ar/