Durante el siglo XVIII, en Europa occidental, concluyó el lento proceso de transición que se había iniciado en el siglo XV, durante el cual la sociedad feudal se desorganizó y se fue organizando la sociedad capitalista. Un conjunto de transformaciones que se produjeron de manera simultánea modificaron radicalmente todos los planos de la vida social de los habitantes de Europa occidental. Estos cambios tuvieron como principales protagonistas a los burgueses, que se convirtieron en el grupo social con más poder económico y político. Gran Bretaña fue el primer país europeo en el que la burguesía logró ese predominio; la sociedad inglesa también fue la primera en la que se generalizaron las relaciones sociales capitalistas.
Los cambios que ocurrieron en Europa en el siglo XVIII fueron considerados, tanto por los contemporáneos de los hechos como por los historiadores, como revoluciones, porque afectaron profundamente las bases sobre las que estaba organizada la sociedad europea. Posteriormente, algunos historiadores las denominaron “revoluciones burguesas”, porque la burguesía fue el grupo social que más se benefició con los cambios.
La Revolución Industrial, ocurrida en Inglaterra, y la Revolución Francesa fueron las dos revoluciones burguesas más importantes, porque sus consecuencias afectaron no sólo a los europeos sino también a los integrantes de las sociedades de otras regiones del mundo.
«No es irrazonable considerar esta doble revolución -la francesa más bien política, y la Revolución industrial inglesa- no tanto como algo perteneciente a la historia de los dos países que fueron sus principales mensajeros y símbolos, sino como el doble cráter de un anchísimo volcán regional«. HOBSBAWM, ERIC. (1962)
«La Revolución Industrial señala la transformación más fundamental experimentada por la vida humana en la historia del mundo, registrada en documentos escritos. Durante un corto período esta revolución coincidió con la historia de un sólo país, Gran Bretaña. Sobre él, Se edificó toda una economía mundial, que le permitió alcanzar, temporalmente, una influencia y un poder desconocidos con anterioridad por cualquier estado en sus dimensiones y que no parece pueda llegar a conocer cualquier otro estado en próximo futuro». HOBSBAWM, ERIC. (1982).
¿Qué significa la frase “estalló la Revolución industrial”?
Significa que un día entre 1780 y 1790, y por primera vez en la historia humana, se liberó de sus cadenas al poder productivo de las sociedades humanas, que desde entonces se hicieron capaces de una constante, rápida y hasta el presente ilimitada multiplicación de hombres, bienes y servicios. Se ubica su inicio en la década de 1780 concluyendo con la construcción del ferrocarril y la creación de una fuerte industria pesada en Inglaterra en la década de 1840… Fue probablemente el acontecimiento más importante de la historia del mundo y, en todo caso, desde la invención de la agricultura y las ciudades. Y lo inició Gran Bretaña, lo cual no fue casualidad. Pero para que este proceso tuviera lugar, desde principios del siglo XVII se produjeron allí una serie de mejoras en el sector agrícola a la que se llamó «Revolución agrícola«.
Entre sus mejoras podemos destacar: una nueva forma de rotar los cultivos, incorporación del cultivo de plantas forrajeras, innovaciones en la cría de ganado, mejoras en las herramientas y máquinas. Por último, el Parlamento inglés sancionó leyes que obligaban a los propietarios a cercar sus tierras o a desprenderse de ellas. Muchos campesinos de escasos recursos perdieron sus tierras a manos de terratenientes que concentraron la posesión de propiedades en pocas manos; al desaparecer la antigua explotación comunal, la producción se concentró y los antiguos campesinos se convirtieron en arrendatarios o jornaleros agrícolas o debieron trasladarse a las ciudades en busca de trabajo.
Finalizado el proceso de «Revolución agrícola», sus consecuencias fueron:
- La agricultura estaba preparada, pues, para cumplir sus tres funciones fundamentales en una era de industrialización:
- Aumentar la producción y la productividad para alimentar a una población no agraria en rápido y creciente aumento.
- Proporcionar obreros para las ciudades y las industrias.
- Acumular capital utilizable por los sectores más modernos de la economía.
El impulso de la industrialización, movilizó al trabajo, pues una economía industrial significa una violenta y proporcionada disminución en la población agrícola (rural) y un aumento paralelo en la no agrícola (urbana), y casi seguramente un rápido aumento general de toda la población. Lo cual implica también un brusco aumento en el suministro de alimentos, principalmente agrarios; es decir, una “revolución agrícola”.