Durante el transcurso del siglo XVIII, surgen nuevas ideas en economía, en gran parte por el agotamiento del modelo hasta entonces vigente: el Mercantilismo. ¿De dónde provenía la riqueza de un reino? ¿Cómo se obtenía? Las respuestas vendrían de la mano de la Fisiocracia y el Liberalismo Económico
a) FRANCOIS QUESNAY (1694/1774), creador de la Fisiocracia, sostenía que la riqueza provenía de la tierra, rechazando la teoría mercantilista que ponía el acento en el dinero como elemento primordial de la economía. Creía en el libre juego de la oferta y la demanda, descreyendo de la participación del Estado. La frase: “laissez-faire, laissez-passer”, es decir “dejad hacer, dejad pasar” es una muestra de su postura.
Para Quesnay la única actividad económica generadora de excedentes era la agricultura. Y aunque el campesino guardara granos para la subsistencia de su familia y reservara semillas para volver a sembrar, siempre se generaba una ganancia bajo la forma de la renta de los terratenientes. Por otra parte, sostiene que la nobleza debe contribuir al desarrollo agrícola, invirtiendo capitales en el campo.
b) ADAM SMITH (1723/1790), en su obra “La riqueza de las naciones”, sostuvo que era el trabajo el que constituía la verdadera riqueza de una nación. Defendió la libertad económica individual y el libre comercio internacional, al mismo tiempo que condenó el mercantilismo y el control estatal de la economía y los monopolios coloniales. Al enfatizar la libertad económica del individuo, los fisiócratas y Smith llevaron a la fundación de lo que en el siglo XIX sería conocido como liberalismo económico. La defensa de la libertad económica de los individuos y del libre comercio internacional pasaron a constituir, junto con el individualismo y la propiedad privada, las bases de la filosofía burguesa de fines del siglo XVIII y principios del XIX, y favorecieron el desarrollo del capitalismo.