You are using an insecure version of your web browser. Please update your browser!
Using an outdated browser makes your computer unsafe. For a safer, faster, more enjoyable user experience, please update your browser today or try a newer browser.
Todo hecho puede tener diferentes interpretaciones. Desde el lugar que me posicione, ya sea ideológico, intelectual o producto de la propia formación, puedo interpretar de diferentes maneras un mismo hecho (la tan mentada subjetividad). No está mal. Lo que si está mal, es cuando a partir de mi interpretación, cambio el hecho. Algo de sto está pasando con la Ley de Medios. Una ley de la nación votada por amplia mayoria en ambas cámaras. Frenada insólitamente por presentaciones ante la Justicia. Reafirmada por unanimidad por la Corte Suprema de Justicia. Hoy fue reglamentada. Desde las tribunas de Clarín y La Nación se cuestiona dicha reglamentación y se afirma que el Poder Ejecutivo ha «salteado» a la Justicia. Se dice que la oposición se critica dicha reglamentación. ¿Cual oposición?. ¿Sanz (UCR) y Pinedo (PRO), por citar algunos, no son oposición? Porque no opinan de la misma manera. Quizas porque no están presos de los intereses del monopolio.
¿Se defienden las instituciones de la Nación cuando prevalecen los intereses económicos? ¿O ahora la «institucionalidad» no es el fin a defender? Da pena ver como periodistas de prestigio justifican lo injustificable.
Por eso, nada mejor que informarse. Leerlo todo. Escucharlo todo. Y analizarlo con verdadero espiritu crítico. No nos dejemos llevar por la ola. Y por último, señores diputados y senadores, no se olviden que ustedes representan la voluntad popular, piedra fundamental del sistema democrático, no los intereses de un multimedio que se ve afectado porque tiene mas de 200 licencias cuando la nueva ley establece que se pueden tener sólo diez.
PD: La ley esta vigente, no suspendida. La oposicion no puede vetar la reglamentacion de la ley (a menos que contradiga a su ejercicio, cosa que no ocurre).
COBERTURA DE LOS MEDIOS. Saque sus propias conclusiones.
«Las denominaciones adoptadas sucesivamente desde 1810 hasta el presente, a saber: Provincias Unidas del Río de la Plata, República Argentina y Confederación Argentina, serán en adelante nombres oficiales indistintamente para la designación del Gobierno y territorio de las provincias, empleándose las palabras Nación Argentina en la formación y sanción de las leyes». Este artículo aún vigente de la actual Constitución de la República Argentina refleja la accidentada vida política del Río de la Plata durante la primera mitad del siglo XIX. Read more »
Durante las invasiones de los pueblos bárbaros, ocurridas durante los siglos IX y X, los robos y los saqueos se repetían, al igual que los incendios de poblados y campos. Los reyes europeos, incapaces de defender a sus súbditos, se vieron obligados a delegar la defensa de las distintas regiones de sus reinos en los nobles locales, quienes aumentaron así su poderío y lograron más independencia del poder real. A partir de entonces, esos nobles comenzaron a ejercer el derecho de ban, que consistía en el derecho de mandar y castigar, de asegurar la paz y de fijar los impuestos. Así, entre la segunda mitad del siglo IX y el comienzo del siglo XI, el poder de los reyes se debilitó mientras aumentaba el de los señores locales.
Poco a poco, los reyes debieron reconocer formalmente el poder que los nobles habían ganado, otorgándoles el usufructo –es decir, el derecho de uso y explotación– de las tierras del reino que habían defendido. Estas tierras comenzaron a llamarse feudos.
Pasado el tiempo, los nobles más importantes (condes, duques y marqueses) otorgaron feudos más pequeños a nobles menos poderosos (castellanos y caballeros) mediante el mismo tipo de contrato. Así fue cobrando forma una pirámide social (la llamada pirámide feudal), en la que el rey ocupaba el punto más alto, los nobles a cargo de los feudos más grandes la franja intermedia y los nobles menos poderosos, la base. Sobre esta base se conformó el feudalismo, una forma de organización social, política y económica, basada en la fragmentación del poder y la importancia de las lealtades personales.
PIRÁMIDE FEUDAL
La sociedad feudal se basaba en la desigualdad jurídica. ¿Por qué? Porque era fruto de un sistema jerárquico en el que existían clases privilegiadas, conformadas por los nobles y los sacerdotes, y clases que carecían de privilegios, integradas por artesanos, campesinos libres y siervos. Este orden social, en el que la clase privilegiada era la menos numerosa y a la vez, la poseedora de las tierras, era defendido por la Iglesia católica, que afirmaba que lo había establecido Dios y que la pertenencia de las personas a cada clase quedaba definida desde el nacimiento. Pero, ¿cómo construyó la nobleza ese espacio de poder? ¿sobre qué bases? Recurrimos a un historiador especialista en el tema, George Duby, en Guerreros y campesinos.
En el plano económico, el feudalismo no es solo la jerarquía de las condiciones sociales que aspira a representar el esquema de los tres ordenes; es también y ante todo, sin duda; la institución señorial. La sociedad feudal se ordeno en dos clases, una de ellas, la de los señores, engloba la categoría de los eclesiásticos y la de los caballeros. Y la conciencia que esta clase adquiere de si misma hace que se considere escandaloso, si no pecado, el hecho de que un trabajador pueda elevarse por encima de su condición hasta el punto de compartir los privilegios de sacerdotes y guerreros, de vivir el ocio gracias al trabajo de otro. En los años que las estructuras feudales acabaron de implantarse, es decir en los años que siguen al milenio, es donde la iglesia y la caballería consolidan su situación señorial y a ampliar el foso, que en nivel de relaciones económicas los separaba del pueblo. El movimiento de consolidación se desarrollo en dos planos diferentes.
1) Fue reforzada la coherencia de las fortunas aristocráticas: las pertenecientes a los laicos estaban amenazadas de disolución por la acción de dos movimientos: a) el de las donaciones piadosas; y el de b) las divisiones sucesorias.
Su efecto combinado adquiría todo su vigor en el momento en el que el patrimonio pasaba de una generación a otra. Una parte pasaba a manos de la iglesia porque el difunto la entregaba para ir al cielo; y el resto según las costumbres heredadas de los germánicos, se dividía en partes iguales entre los hijos e hija. Este doble movimiento iba a pulverizar las bases territoriales de la aristocracia.
La consolidación de las fortunas de la aristocracia se vio igualmente favorecida por una lenta modificación de las estructuras de parentesco. La preocupación por contrarrestar los efectos de las divisiones sucesorias llevo a limitar la proliferación de la descendencia: la familia solo autorizaba a uno de los hijos, al mayor a contraer matrimonio legitimo; los demás siempre que fuese posible, serian destinados a las dignidades del alto clero, es decir se apoyaban en los bienes de la iglesia. Para no disminuir la importancia de la familia, dotaba a la hija de bienes mueble, lo que le quitaba el derecho sobre los raíces. La mayor parte del siglo XII aparece como un periodo de relativa estabilización de los patrimonios de la iglesia y de la caballería. Esta, hasta en sus capas superiores se mantenía en una clara posición superior a la del campesinado.
2) La superioridad de la caballería fue reforzada, en un segundo plano, por la creación de un sistema fiscal cuyo peso soportaron en exclusiva, los pobres. Esta fiscalidad no era nueva; pero fue organizada de manera diferente. Procedía directamente del poder del Ban que tenían los antiguos reyes, en el que se observan dos modificaciones fundamentales.
a) Mientras que en la época anterior todos los hombres libres estaban sometidos a la autoridad real, con la separación de la sociedad en tres ordenes nace un nuevo concepto de libertad. El cual es el privilegio de escapar a las obligaciones deshonrosas y fiscales, en el cual se inscribe la iglesia y los caballeros que ya no sentirán la presión económica ejercida por el poder. A cambio sometió a este mismo poder a el resto de la sociedad. Confundiendo en una misma explotación a quienes descendían de hombres libres y a los descendientes de esclavos. Reunió a unos y a otros en una clase homogénea.
b) El ejercicio del poder y el disfrute de los beneficios que este autorizaba quedaron limitados en adelante a un espacio reducido, cuyos limites exteriores se hallaban reducidos raramente a más de medio día a caballo desde el punto central. La persona que mandaba la guarnición central de cada castillo aspiraba a asumir, sobre el conjunto del territorio, las funciones de paz y justicia, es decir, las misiones propias de la realeza. Su acción de justicia y de policía era fuerte y penetrante, por cuanto era rentable. Obligaba a los campesinos a trabajar en las reparaciones de las fortificaciones, hacia pagar a los extraños, mercaderes o peregrinos que cruzaban la castellania; y a cuantos frecuentaban los mercados. Como antiguamente los reyes el era el garante de pesos y monedas y en ocasiones acuñaba moneda. Por todos los medios explotaba la autoridad que poseía, y en definitiva el poder se traducía en una red de puniciones realizada de diferentes maneras sobre los excedentes de la producción o los beneficios del comercio
El jefe de la fortaleza era el primero en beneficiarse del ahorro de los trabajadores, porque tenia la fuerza militar.
El poder de Ban fue un factor determinante en los mecanismos económicos, de dos maneras:
a) Para recurrir a este poder fue necesario recurrir a numerosos auxiliares (sargentos, prebostes, forestales. Estos ministeriales fueron reclutados de entre los siervos mas estrechamente unidos al señor, porque se trataba de tenerlos sólidamente controlado. Pero como participaban directamente de los beneficios, puesto que percibían una parte de las tasas y de las multas, eran los agentes más virulentos de la explotación del derecho de Ban. Hacían esta explotación tan pesada como era posible y constituyan su propia fortuna sobre las rentas que les procuraba.
b) En segundo lugar, y primero en importancia, esta explotación, llevada hasta sus ultimas consecuencias, fue muy rentable. Los agentes de la fiscalidad (los cobradores) estaban en todas partes y tenían de su parte la fuerza. ¿ a quien habrían podido quejarse quienes sufrían sus arbitrariedades? He aquí el buen funcionamiento de la maquina fiscal. Consigue quitar al campesino la mayor parte de lo que producía y no consumía y por consiguiente freno en gran medida el movimiento de ascenso económico entre los humildes. Redujo la diferencia entre los campesinos libres y los dependientes. Nivelo la condición campesina. La rebajo, y de este modo ahondo el foso que separa a esta clase de la de los señores. La clase de los señores estaba lejos de ser una clase homogénea.
Existieron tres formas distintas de explotación señorial. Que se superponían y mezclaban unas con otras.
1) Explotación domestica: entendiendo por esta designación el tipo de enajenación que ponía el cuerpo de una persona a disposición de otra. Era el residuo tenaz de la esclavitud. Los lazos de esclavitud no se habían roto, tomaron la forma de lo que llamamos comúnmente servidumbre. Ante todo el señor obtenía beneficios de su trabajo, en su casa y en sus campos y el servicio que esperaba de ellos era ilimitado. Estos campesinos ponían a disposición de la economía domestica una mano de obra permanente, cuyo coste era el de la alimentación.
Pero este tipo de dependencia podía convertirse en una fuente de recaudación. Algunos campesinos establecidos lejos de su control, mantenían esta dependencia, y este lazo no eran solo servicios en trabajo, sino en tres clases de prestaciones: el pago de un censo anual en dinero, la obligación de pagar derecho a casarse con alguien que no perteneciera a la familia del señor y la parte que este recibía de la herencia de su hombre. En este tipo de señorío, se baso hasta fines del siglo XII la explotación de todo capital territorial de alguna importancia. Redujo considerablemente el recurso de los asalariados. Por las reservas de trabajo que podía movilizar era una de las bases fundamentales del poder económico.
El feudo
2) El segundo era el señorío territorial. Este no se basaba en la posesión de seres humanos sino en la posesión de la tierra. Los ricos muy raramente cultivaban, con solo el trabajo de quienes dependían de ellos, toda la extensión de tierra que poseían. Concedían una buena parte a tenentes. Conceder la tierra equivalía a adquirir un poder: el de participar en los recursos de las familias tenientes. Esta participación no era ilimitada sino que estaba estrictamente fijada; era el cobro de una parte de la producción del manso, en productos agrícolas o en dinero.
3) El tercer tipo de explotación señorial deriva del ejercicio del derecho de Ban. Era en la practica una especie de saqueo, legitimado, organizado moderado solo por la nueva moral de la paz y por la resistencia de la solidaridad campesina. Añadamos que esta forma de explotación se acumulaba a las dos primeras y con frecuencia competía con ella. Estaba mucho más concentrada que las anteriores, solo un pequeño grupo de señores se beneficiaban de sus ventajas, que eran las más considerables. La desigual repartición del poder de Ban creo la principal distinción en el interior de la clase señorial. Por un lado están los grandes o ricos hombres, que dominan desde muy alto a través de los intermediarios que son los interpretes de las exigencias señoriales, las riendas del poder económico están en manos de estos auxiliares.
Los grandes son rentistas, y ceden una parte de su poder a quienes lo ejercen en su nombre.
Por otro lado están los demás señores, los simples caballeros, los monjes al frente de un priorato rural, y los mandatarios de los grandes. Más o menos ricos, tienen en común la característica de asumir directamente la gestión diaria de un dominio concentrado cuyas dimensiones no sobrepasan su capacidad de control. Para poder adecuar su comportamiento al de los ricos hombres cuyas cortes frecuentan se esfuerzan por acrecentar al máximo los beneficios del señorío.
“El teniente general (RE) Jorge Rafael Videla dejó inaugurada ayer la planta nacional de papel para diarios en una ceremonia efectuada en San Pedro. El Presidente destacó la trascendencia que este hecho tiene para el país y subrayó la necesidad de ejercer la libertad de prensa con responsabilidad. Esta edición de Clarín está impresa en papel elaborado en la flamante fábrica”. (Portada de Clarín, 28/09/1978)
En esta Argentina de las confrontaciones, está claro que nadie puede considerarse inocente, ni el gobierno que denuncia donde antes soslayaba, ni el gigante monopólico que todavía pretende arrogarse el rótulo de «periodismo independiente». Y nosotros somos los rehenes de esta pelea. Por eso resulta fundamental informarse, para posicionarse con fundamento. Hace unos días, Clarín y La Nación se dirigieron a sus lectores con una solicitada titulada «Una historia inventada para quedarse con Papel Prensa«. Me gustaria realizar un par de comentarios al respecto. En primer lugar, cuando afirma que «controlar el papel es controlar la información», ¿no están admitiendo que son ellos quienes la controlan?. Siendo así, ¿no está mal?. Mas alla de las presiones interesadas del gobierno, ¿no deberiamos -como ciudadanos- repudiar el manejo y el control monopólico de los medios?. En segundo término, afirman que la compra de Papel Prensa debe abstraerse de cualquier convivencia con el poder dictatorial de entonces. ¿es eso posible?.
A continuación, reproduzco parte de la solicitada y algunos párrafos del libro «El dictador», escrito en 2001 por dos periodistas que han sabido trabajar para el monopolio en varias oportunidades. Para leer y analizar. Read more »
El ex oficial de Inteligencia Antonio Pernías volvió a hablar en el juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en la ESMA y reconoció que el grupo de tareas que integró en ese centro clandestino tenía como práctica realizar “interrogatorios reforzados” a los detenidos. El represor justificó las sesiones de tortura –“aún hoy se los sigue aplicando en países como Irlanda o Israel”, sostuvo–. También argumentó que las condiciones de detención en Capucha, donde permanecían los secuestrados por el grupo de tareas de la ESMA, “no se diferenciaban demasiado de las cárceles del pueblo”.
La de ayer fue la segunda vez que Pernías, que está siendo juzgado junto a otros dieciocho represores, pide declarar. Subió al estrado con un bolso lleno de libros, que viene usando para desmentir las declaraciones de los sobrevivientes que atestiguan en las audiencias. Así, lee un párrafo de La Voluntad o de Mujeres guerrilleras a los jueces con la intención de confrontar los dichos de tal o cual testigo con lo publicado. Usa también La Masacre de San Patricio, de Eduardo Kimmel, y Cuando el poder perdió el juicio, de Luis Moreno Ocampo.
En tono autojustificatorio, el represor dijo que el país pasó por “una guerra” y adjudicó sus “horrores y errores” a “la obediencia debida” y “la emoción” que le causaron, dijo, “los crímenes cometidos por los jóvenes idealistas/terroristas/guerrilleros”. Como si fuera una novela por entregas, prometió “explicar la posición de Perón” en su próxima declaración.
Más allá de la puesta en escena, para los abogados querellantes la declaración aportó algunos puntos útiles. Lo principal es que Pernías reconoció haber sido personal permanente del grupo de tareas de la ESMA y, al mismo tiempo, admitió que la tortura era una práctica del grupo. Al aludir a los “interrogatorios reforzados” apuntó que “no había ensañamiento, porque nosotros éramos personas de bien”, lo que levantó murmullos de indignación entre los asistentes, en su mayoría familiares de las víctimas o sobrevivientes del terrorismo de Estado. En el mismo sentido, sostuvo que “lo que hacía el grupo era sacar información, no había ensañamiento” y que los interrogatorios “eran por quince minutos, y si no se sacaba información después de ese tiempo, ya no servía”. Read more »
¿Son posibles las historias nacionales en una era global? ¿Cómo se relaciona la novela con lo real? ¿Afectan los medios de comunicación la tarea del historiador? En este diálogo, las opiniones del autor de «El hilo y las huellas», recién publicado.
Aquí se acaba de publicar El hilo y las huellas. Lo verdadero, lo falso, lo ficticio (FCE), libro al cual se refiere en esta charla. Se trata de un texto donde circulan inquisidores, caníbales, seres olvidados por la Historia; también habla a través de Montaigne, Voltaire, Stendhal, Auerbach, Kracauer. La historia y sus versiones reales, falsas y ficticias lo mantienen en vilo. «Los historiadores (y, de un modo distinto, los poetas) hacen por oficio algo propio de la vida de todos: desenredar el entramado de lo verdadero, lo falso y lo ficticio que es la urdimbre de nuestro estar en el mundo». Aquí, algunos fragmentos seleccionados del reportaje realizado por Héctor Pavón para revista Ñ. Read more »
Hasta mediados del siglo XVIII, la higiene personal prescinde del agua y el jabón e ignora al cuerpo, con excepción del rostro y las manos, unicas partes que se muestran. El agua, que puede colarse, es considerada un agente peligroso, por eso, el aseo es «seco» y se identifica con perfumarse. En El perfume, novela situada en Francia, Patrick Süskind describe así los efectos de lo que, para nuestra cultura, es falta de higiene: En la época que nos ocupa reinaba en las ciudades un hedor apenas concebible para el hombre moderno. Las calles apestaban a estiercol, los patios apestaban a orina, la cocina a col podrida y grasa de carnero (…) los dormitorios a sábanas grasientas (…) los mataderos a sangre coagulada. Hombres y mujeres apestaban a sudor y a ropa sucia; en sus bocas, apestaban los dientes infectados, los alientos apestaban a cebolla y los cuerpos, cuando ya noeran jóvenes, a queso rancio (…) El campesino apestaba como el clérigo, el oficial de artesano como la esposa del maestro, apestaba la nobleza entera y, si, incluso el rey y la reina apestaban, porque en el siglo XVIII aún no se había atajado la actividad corrosiva de las bacterias y, por consiguiente, no había ninguna acción humana, ni creadora ni destructora, que no fuera acompañada de ningún hedor. Read more »
«Tres posibilidades se abrían al pobre que se encontraba al margen de la sociedad burguesa y sin protección efectiva en las regiones todavía inaccesibles de la sociedad tradicional. Podía esforzarse en hacerse burgués, podía desmoralizarse o podía rebelarse» (Eric Hobsbawm, La era de la revolución)
El Pacto de Cañuelas, firmado por Lavalle y Rosas, fue interpretado por los unitarios como una traición y si bien se formó la lista de unidad, en la víspera de la elección, presentaron una segunda lista, formada únicamente por unitarios. Dominada la ciudad por las tropas del ejército unitario, la lista rebelde triunfó sin problemas. Pero Rosas desconoció esa elección, se negó a levantar el sitio y cerró por completo todas las entradas a la ciudad, reiniciando inmediatamente los ataques sobre Buenos Aires. Lavalle, que se había comprometido personalmente en Cañuelas, y sus colaboradores, que poco después admitieron que habían subestimado a Rosas, iniciaron nuevas negociaciones. El resultado de las mismas sería la Convención de Barracas. Read more »
La Constitución de 1853 consagra lo que en teoría política se denomina Estado de derecho, esto es, un Estado sometido al derecho, por contraposición con los Estados absolutos. Este Estado de derecho es un Estado liberal, porque reconoce un amplio conjunto de derechos individuales, establece garantías para su ejercicio y somete, tanto a los órganos de gobierno como a los particulares al imperio de la ley. Consagra la inviolabilidad de la propiedad privada y supone a los hombres iguales ante la ley. La constitución refleja la filosofía política del liberslismo y concibe al hombre como ser racional dotado de derechos propios a la existencia del Estado. Por esta razón, permite al hombre todo lo que no está prohibido y otorga al Estado sólo lo que está permitido por la Constitución. También fracciona al poder en tres ramas o esferas de actuación -la legislación, la administración y la justicia-, ninguna de las cuales (en teoría) puede sobreponerse a otra, para evitar que quienes están investidos del poder tienden a abusar de él.
La historiografia oficial argentina, estereotipó a unitarios y federales con rótulos positivos y negativos, haciendo acreedores a los federales de todas las connotaciones negativas. Esta historia maniquea, además de inexacta, es desnudada ante el análisis de documentos históricos. Como el que les ofrezco a continuación. Las miserias humanas no saben de colores o de ideologías. Read more »
La primera división de las fuerzas del ejército llegadas de la Banda Oriental, comandadas por el general Juan Lavalle, un valiente oficial destacado en las guerras de la Independencia y la campaña del Brasil, fue el instrumento de la «logia unitaria» encabezada por hombres como Salvador María del Carril, Julián Segundo de Agüero o Juan Cruz Varela. El ex presidente Rivadavia no se mezcló en la conspiración. El pronunciamiento subversivo de las tropas que el 1º de diciembre de 1828 marcharon sobre el antiguo fuerte de Buenos Aires obligó al gobernador a huir en busca del apoyo de las milicias de Rosas, al tiempo que pedía ayuda al interior. Una tumultuosa asamblea de algunos cientos de sus partidarios, realizada en la iglesia de San Francisco, proclamó gobernador provisorio a Lavalle.
Rosas aconseja a Dorrego rehuir el combate, a la espera de apoyo. El 9 de didiembre, las milicias que seguían a Dorrego fueron fácilmente batidas por las entrenadas tropas de Lavalle en Navarro. En cuanto al propio Dorrego, traicionado por algunos de sus jefes, fue entregado al enemigo.
Es entonces cuando Lavalle -calificado contemporáneamente como «un sable sin cabeza»- incitado por los jefes unitarios, decide fusilar al gobernador federal. De nada sirvieron los intentos de Guillermo Brown, a quien Lavalle había dejado al mando del gobierno del fuerte, para salvar la vida de Dorrego, quien sería fusilado un 13 de diciembre de 1828. a continuación, algunos documentos históricos de la época, como la carta de del Carril a Lavalle, la respuesta a la intermediación de Brown, las palabras de Dorrego y el bando anunciando el fusilamiento.
Derrotado definitivamente en la batalla de Waterloo, el 18 de junio de 1815, Napoleón se vió obligado a abdicar por segunda vez. Pensaba embarcarse hacia Estados Unidos, pero lo ingleses se lo impidieron. Por eso, desde la isla de Aix, el 14 de julio escribió al principe regente de Inglaterra las siguientes palabras que finalizan con el reconocimiento del emperador hacia su más tenaz enemigo: «Alteza Real: Blanco de las facciones que dividen mi país y de la enemistad de las grandes potencias de Europa, he terminado mi carrera política. Y vengo cual otro Temistocles a sentarme al hogar del pueblo británico, a ponerme bajo la protección de sus leyes, que reclamo de Vuestra Alteza Real como del más poderoso, más constante y más generoso de mis enemigos». Un cabal reconocimiento.IMAGEN: http://latierranoesredonda.blogspot.com/2010/06/recopilacion-de-mentiras-historicas-que.html Read more »
Nuestra historia supo tener protagonistas, hombres y mujeres de todos los perfiles, destacados en el dialogo, en el enfrentamiento, en la política y en los campos de batalla, tanto los que usaron la palabra como los que prefirieron los gestos o se hicieron fuertes en el silencio. Read more »
Para Tulio Halperín Donghi, el origen de la Revolución de Mayo se halla en la reacción a las Invasiones Inglesas. En esta entrevista, también se refiere al estado de la historiografía argentina. (Por: Alejandra R. Ballester y Héctor Pavón en Revista Ñ)